El interés del FC Barcelona en Federico Chiesa
El italiano se ha posicionado como una de las alternativas más viables para fortalecer la delantera blaugrana.
La posible incorporación de Federico Chiesa al FC Barcelona ha suscitado opiniones encontradas, y no es complicado entender las razones. El principal reto que conlleva la llegada del delantero italiano al equipo de Hansi Flick es su escasa productividad en términos de goles y asistencias, una deficiencia que podría representar un obstáculo para un Barça que requiere efectividad en su ataque.
A pesar de ser un jugador versátil, capaz de actuar en ambas bandas y como mediapunta, su rendimiento en cifras es insatisfactorio para un club que demanda resultados inmediatos.
El gran inconveniente del fichaje de Chiesa
Chiesa, a sus 26 años, ha demostrado destellos de calidad a lo largo de su carrera, especialmente durante su paso por la Fiorentina, donde tuvo su mejor temporada en 2019/2020 con 10 goles y 9 asistencias en 33 encuentros. Sin embargo, desde su lesión de ligamento cruzado en 2022, su rendimiento ha sido irregular, y aunque es un jugador polivalente, sus números recientes no son los de un futbolista que pueda marcar la diferencia en un equipo como el Barcelona.
El Barça, en su búsqueda de un extremo izquierdo, podría sentirse atraído por el precio relativamente asequible que la Juventus ha establecido para Chiesa, que oscila entre 15 y 20 millones de euros. No obstante, su historial de lesiones y su baja productividad son aspectos que deberían ser considerados con atención antes de realizar cualquier inversión. La Juventus, dispuesta a traspasarlo porque no se ajusta a los planes de Thiago Motta, podría estar intentando aprovecharse de un jugador que, a pesar de su talento, no ha logrado recuperar el nivel que alguna vez prometió.
En conclusión, aunque Chiesa podría añadir profundidad a la plantilla blaugrana, su fichaje no asegura el impacto que el Barça necesita para competir al más alto nivel. Si Flick y la directiva deciden apostar por el italiano, deberán hacerlo con la plena conciencia de que están adquiriendo a un jugador que, aunque versátil, aún debe demostrar que puede ser decisivo en un equipo de élite.